El viernes pasado fue el último día de guardería de la pequeña A. ¿Alguien se atreve a adivinar qué es lo que he estado cosiendo para sus maestras por las noches?
!Tres fantásticas bolsas de mercado! Hice una con tela de Ikea como la que cosí por primera vez pero con la cinta al bies amarilla, otra con una tela de las que encuentro en casa de mi abuela y le añadí una cinta el detalle de color verde pistacho que le da un aire moderno y la tercera con lunares lila y bies lila (lo sé, lo sé a Conchita también le cosí una con lunares lila, pero que quede entre nosotros). Imagino que alguien pensará: «esta chica está obsesionada con las bolsas… Ni que hubiera inventado la penicilina!». Confieso que me gusta mucho coserlas porque cada vez las acabo antes y me quedan más bonitas, además sigo pensando que es un regalo fantástico: son un regalo hecho a mano, los materiales que necesitas son baratos, se cosen rápidamente, le gustan a todo el mundo así que se lo puedes regalar a personas de las que desconoces los gustos y son súper útiles. ¿Qué más se le puede pedir a un regalo?
Evidentemente las acompañé de tres preciosas tarjetas mariposa con maripositas que tenía guardadas.