Mi bisabuela era modista; mi abuela tienes unas manos maravillosas para el punto y el ganchillo; mi madre de jovencita aprendió a hacer encaje de bolillos. Yo estoy aprendiendo a coser y me encantaría aprender a hacer punto y ganchillo (el encaje de bolillos lo he descartado) supongo que es una cuestión de ADN.

Que tu abuelita favorita esté enganchada al punto y al ganchillo es fantástico. Le compro revistas y le enseño cositas que veo en tiendas, entre las dos elegimos los colores y en un tiempo récord tengo mis encargos. Lo mejor es que ella no sabe leer los patrones, trabaja «a ojo»…. me tiene absolutamente impresionada.

Qué fácil con Katia es una de las revistas que suelo comprarle. A diferencia de la mayoría de revistas que se encuentran de punto y ganchillo presenta modelitos muy a la moda con colores de temporada. En el número de verano hay una manta que me gusta mucho.

Esta es la mantita de algodón que le hizo a mi bebé. Lo divertido es que el modelo original tenía estrellas pero mi abuelita me dijo que le salían torzidas así que se convirtieron en rombos.

Ya la hemos estrenado y es ideal para el verano.

Esta es la ventana de la habitación de la pequeña A. ¿Sabéis lo que me dijo mi abuela la primera vez que la vió? «La niña necesita unos visillos!» Y al día siguiente ya había rescatado revistas antiguas con dibujos infantiles.

El modelo original era más recargado. Optamos por mantener casitas y árboles y en la zona superior una cenefa senzilla. Lo mejor es que en la habitación de matrimonio no hay cortinas pero mi hija ya tiene sus visillos ;)

No penséis que yo me quedé sin nada…. Esta maravilla es para mi.

Cuando trajo a casa el «tapete» pensé que no combinaba para nada con mi casa porque todo es de metal, cristal, muebles lacados… Me equivoqué completamente, era exactamente lo que necesitaba mi mesa para tener más personalidad y no parecer sacada directamente de un catálogo de muebles. La bandeja es un regalo de una amiga ceramista, Maïa. Por cierto, le prometí que lo plancharía y almidonaría antes de usarlo, suerte que no usa internet.

Ahora está trabajando en el vestido de la portada de la revista Katia para la princesa de la casa aunque no va a ser rosa porque me ha dicho que en el pueblo no lo encuentra igual. Que dulce es mi abuelita… me encantaría que la conocierais.