No estoy acostumbrada a pasar mucho tiempo con mi hija porque durante todo el curso trabajo fuera de casa hasta tarde. Cuando, a finales de Julio, me di cuenta que el Agosto estaba a la vuelta de la esquina e iba a pasar 31 días seguidos con la pequeña A pensé que no encontraría suficientes actividades para entretenerla. En la guardería tienen un horario tan apretado: actividad física, patio, cuentos, inglés, comida, siesta, proyecto de la semana, merienda….

Los primeros días busqué de forma desesperada ideas para mantenerla ocupada y esto me ponía nerviosa pero a medida que han ido pasando los días las dos nos hemos acostumbrado a no hacer nada y a disfrutar de nuestra compañía y de pequeñas manualidades sin complicaciones. A veces es cuestión simplemente de abandonar el ritmo de la ciudad.

Con 50 céntimos puedes comprar una caja de tijas y pasar largas tardes «decorando» paredes, puertas y cualquier superficie aburrida.

 

 

En estos momentos mi hija tiene una especial obsesión con los soles, las lunas, las estrellas y los personajes de Pocoyó.

 

 

 

¿Porqué será que los niños pequeños suelen preferir que tu dibujes a hacerlo ellos?

Un pasatiempo económico ¿Verdad?